La mañana se disperso trankila, sin ningun contratiempo.
Ya cuando el sol se apreciaba en lo obtuso del cielo gris,
empezaron a emerger del incierto, obtaculos por superar.
Incertidumbre y apretados minutos desgastaban mi animo y
las dos ultimas horas anteriores al deslumbramiento
parecian no dar tregua en sus escasos 24 minutos
pero al final del dia...
Todo fue calmo en el instante
contemplar tu pekeña sonrisa esbozada en el lienzo de tus delicados labios,
oler tu dulce aroma ke cubre cada rincon de esta habitacion,
kedar eternamente extraviado en tus bellos ojos cristalinos,
expectar con devocion el sutil andar de tu silueta de ninfa sin mal,
soñar ke seras las respuesta a mis pregunta y las pregunta a mis respuestas.
El dia no pudo tener mejor final.
Hasta el proximo anochecer mi pekeño angel.
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